google-site-verification=wz9fFLwvKa_lROANU_lLM3OvYRje7VUNAAvyXqr6fqU

Donde la Historia Vive en Cada Rincón

NUESTRA

Historia

Melgar de Fernamental es una localidad con raíces profundamente históricas, aunque las evidencias concretas de épocas anteriores al año 950, durante la época de Fernán Armentález, son escasas. En Tierra de Campos, los vacceos habitaron antiguamente, mientras que en lugares cercanos como la Peña Amaya se han encontrado vestigios de la cultura celta datados en el siglo VI. El norte de la península ibérica fue escenario de asentamientos de diversos pueblos, como astures, cántabros y vascones, además de otros provenientes del Mediterráneo, incluyendo fenicios, etruscos, hebreos y romanos. De estos últimos, los vestigios son los más numerosos y reconocibles en la región. Las vías romanas conectaban localidades cercanas como Segisama (Sasamón), Virovesca (Briviesca) y Castrojeriz, trazando un corredor desde Tarraco (actual Tarragona) hasta Galicia. Los visigodos también dejaron su huella en la zona, como demuestra el característico arco de herradura que aún se conserva junto al altar de la ermita de Zorita. El registro histórico más antiguo sobre Melgar data del proceso de repoblación liderado por Fernán Armentález, cuando se estableció la jurisdicción de Melgar de Suso (actual Melgar de Fernamental), que incluía numerosos pueblos vecinos como Bobadilla, Castrillo, Inoxoxa, y Villieta, entre otros. En el año 950, Melgar de Suso recibió su carta puebla, conocida como el Fuero de Melgar, marcando un momento clave en su desarrollo.

DJI_0606

Durante la Edad Media, el crecimiento de Melgar se alineó con el de otras localidades de la provincia de Burgos. Ya en el siglo XVIII, la localidad experimentó un impulso significativo con la llegada de la industrialización. En 1768, Antonio Tomé, prior del Consulado del Mar y regidor de Burgos, fundó la Real Fábrica de Curtidos, que alcanzó notoriedad en todo el país. La modernización de la actividad agrícola llegó con la Revolución Industrial, iniciando un proceso de mecanización que transformó las explotaciones de la zona y que continúa evolucionando hasta nuestros días.